A lo largo de los blogs anteriores hemos hablado  del origen y la manifestación de  dos emociones, el estrés y la ansiedad. Hoy  quiero centrarme en la manifestación de una de las respuestas de la ansiedad, la evitación y el escape.

Como ya comenté,  la ansiedad consiste en la anticipación de un miedo o peligro que  puede hacer que evitemos situaciones en nuestro día a día debido al malestar que generan.

¿POR QUÉ EVITAMOS?

Realizamos valoraciones e interpretaciones acerca de las consecuencias que tememos que puedan ocurrir y  sobre nuestra capacidad para desenvolvernos en ellas. Si nos paramos a observar qué es lo que tiene más poder sobre nosotros podremos llegar a la conclusión que la situación en sí no es peligrosa sino la interpretación que damos a dicha situación, por ejemplo si pensamos  que en una reunión social vamos a decir algo que “sea incorrecto” y en consecuencia podemos ser rechazados, evitaremos ir o mantener una conversación. Otras valoraciones que podríamos hacer, estarían relacionadas con:

  • Las consecuencias negativas de una situación EJ: Si tengo ataques de pánico podría temer que me de un infarto o un ataque de ansiedad como consecuencia de ir a unos grandes almacenes, temor a ser criticado  (se podría escapar o evitar las consecuencias pero  la intensidad del miedo a ellas aumentaría en sucesivas ocasiones ).
  •  Miedo a la situación en sí  EJ: miedo a los trenes, aviones, enfermedades, serpientes, ascensores etc. Éste temor está relacionada con el desarrollo de las fobias específicas
  • Miedos relacionados con nuestra capacidad y valía personal para resolver un conflicto  Ej “no soy capaz de hacerlo”, evitaciones sociales, laborales, personales que producen que nuestra autoestima quede seriamente dañada.

Dependiendo del grado de intensidad de los miedos y su valoración, podrá interferir o no en que podamos hacerles frente o los evitemos.

A continuación me gustaría que vieráis el siguiente vídeo:

Cómo habéis podido observar el miedo es parte de nuestra vida y la respuesta de evitación y escape  también. La importancia de ésta respuesta radica en que cuanto más se evite, aunque  se produzca un alivio a corto plazo, más se  intensifica la respuesta de ansiedad  ya  que el temor continúa manteniéndose a largo plazo y se van sumando más pensamientos de incapacidad, inseguridad y peligro.

¿QUÉ PODRÍA AYUDARME?

–  Siéntate y Piensa qué situaciones evitas por temor  y apúntalos.

–   ATRÉVETE a afrontarlos y valora después las consecuencias que temías que podían pasar, ¿Han ocurrido? ¿Es mejor de lo que anticipabas?, si es así Enhorabuena!  Estás progresando!

–   Pide ayuda, hay veces que los temores son más complejos y se necesita la ayuda de un profesional.  Atrévete!

 

Syra Balanzat