El otoño al igual que la primavera corresponden a una época de cambios que se caracterizan por la disminución de las horas de luz y produce la alteración de nuestro ciclo circadiano, que tiene una función, mantener nuestro reloj biológico en cuanto a horas de sueño y estado de ánimo.

Nuestro cerebro es muy sensible a los cambios climáticos y de horario y necesita un tiempo para adaptarse a la nueva etapa. Además, después de haber pasado el verano en el que la temperatura, la cantidad de luz y los cambios de hábitos en las vacaciones, produce que necesitemos un tiempo para estabilizarnos de nuevo a nuestra rutina diaria.

No todos tenemos las mismas reacciones al otoño aunque se podrían describir síntomas tales como: agotamiento físico, pérdida de energía, tristeza, falta de apetito, fatiga, apatía. Los síntomas son similares a los de una depresión pero la duración y la intensidad es menor, ya que pueden durar unos días hasta que nuestro organismo se adapte al cambio.

Hay personas que son más vulnerables a padecer ésta sintomatología en primavera y en otoño. Si nuestro ritmo de vida se caracteriza por ser víctima del estrés, no tener buenas rutinas alimentarias y de sueño y si padecemos una depresión anterior, tenemos más probabilidades de que en ésta época veamos de forma más acusada ésta sintomatología.

¿QUÉ PODRÍA AYUDARME A SENTIRME MEJOR?

-Acostarse y levantarse a la misma hora.

– Establecer una dieta alimentaria saludable evitando las grasas que pueden dificultar las digestiones afectando al estado de ánimo y el aumento del consumo de alimentos que contengan Omega 3.

-Programar y realizar actividades que nos hagan sentir bien. Podrían ser actividades deportivas (pasear, nadar, correr, montar en bici, etc), quedar con amigos, planificar una escapada el fin de semana, leer un libro que nos guste, cualquier actividad que nos haga romper con la inactividad y que nos motive adaptándolo a nuestras preferencias.

En ocasiones la falta de energía como consecuencia de los cambios climáticos y personales, hace que el inicio de una actividad implique mayor esfuerzo, pero HAY ALGO QUE DEBES SABER: nuestro organismo después de haber realizado actividades que nos producen placer segrega una sustancia, las endorfinas denominadas como las hormonas de la felicidad y ayuda a que una vez que estemos activos queramos volver a repetirlo.

¡Haz la prueba, rompe con la pereza!!!! valora después cómo ha cambiado tu estado de ánimo! Y se constante es la forma de mantenerte, proponte todos los días hacer cosas que te motiven y te gusten!!! .

Syra Balanzat