¿Eres de las personas que piensan que Las Navidades son fechas que te gustaría que pasaran lo antes posible?

Con la llegada de la Navidad se crean expectativas de buenos propósitos, ser más compresivo, bueno, solidario y familiar entre otros. Estos mensajes los recibimos a través de la publicidad, cultura y educación. ¿Cuántas veces hemos escuchado frases cómo “anímate, o no hagas esto y lo otro, qué es navidad”?.

 ¿Por qué la ilusión y estos buenos propósitos pueden desvanecerse?

Los motivos suelen estar relacionados por un lado, con la parte comercial y de consumo que se ha ido instalando cada año en nuestros hogares y las dificultades económicas cada vez mayores para satisfacer a nuestros seres queridos, aspecto que no ocurría en la época de nuestros padres y abuelos ya que una figurita de madera tallada a mano, podía hacer que fueras el niño más feliz del mundo. ¿Será resultado de las directrices sociales  que nos marcan lo que “tenemos” que hacer?, sin duda es uno de los motivos por los que las expectativas establecidas sobre los regalos y el consumo producen sentimientos de rechazo en aquellos que no pueden cumplirlos.

Otro aspecto que también influye en la pérdida de ilusiones, es el establecimiento de expectativas positivas para estar con nuestros seres queridos si o sí, pero, ¿qué pasa cuando falta uno de ellos, o cuando las relaciones familiares no resultan ser lo que a uno le gustaría, o cuando nuestra vida ha cambiado y tenemos que recomponernos?

Algunas de las respuestas más habituales serían: sentimientos de tristeza recordando aún más al ser querido que ha fallecido. Pensar durante meses con gran angustia cómo serán las cenas familiares con el tío o hermano con el que no nos llevamos bien. O preocuparnos sobre con quién o cómo viviremos estos días después de que nuestra vida haya dado un giro de 180º, viviendo en ocasiones las Navidades como una verdadera tortura.

¿Qué podría ayudarme a sentirme mejor?

Hay que tener en cuenta que no hay forma buena o mala de celebrar las Navidades.

Cuando falta un ser querido, el sentimiento de dolor en estos días suele intensificarse.  Poder expresar a las personas cercanas cómo te sientes, cómo prefieres vivir las fechas más significativas y qué es lo que te gustaría hacer, podría aliviar la presión de lo que “se debe o se tiene” que hacer. Es importante por tanto, que cada uno o cada núcleo familiar decidan como prefieren vivir estas fechas.

Otros aspectos a tener en cuenta que te ayudarían a sentirte mejor serían:

– Ocupar la mayor parte día con actividades o tareas que te gusten o te aporten cierta satisfacción.

–  No aislarse, ocupa la mayor parte del tiempo posible con personas que te aporten sentimientos positivos.

–  No sentirte culpable cuando haya momentos en los que puedas disfrutar y reírte sin esa persona querida, agárrate a ellos y dedícaselos.

Si tu caso está relacionado con reuniones familiares tormentosas, podría ayudarte plantearte hasta qué punto debes o tienes que hacerlo. Si no te queda más remedio por las presiones familiares o los posibles sentimientos de culpa que podrías sentir si no lo haces, el mantener una comunicación asertiva podría ayudarte a expresar desacuerdos o establecer tus límites, sin guardarte el malestar de escuchar comentarios o ver conductas que no te gustan, y que mantenidos en el tiempo hace que saltes como un volcán en erupción cuando menos te lo esperas. Teniendo una comunicación asertiva explicando qué es lo que te molesta, cómo te sientes y que te gustaría que ocurriera a partir de ahora sin imposiciones y agresiones, te ayudaría a desahogarte, sentirte escuchado/a y tener la posibilidad de que se produzca un cambio.

¿Qué hacer cuando me he separado o divorciado?  Si la separación se ha producido habiendo hijos en la pareja, es importante hablar con ellos sobre la nueva situación y realizar un nuevo planteamiento sobre cómo os gustaría “a vosotros” que fueran las reuniones familiares. Hacerles partícipes de las decisiones mejorará la comunicación y la autoestima en ellos ya que se sentirán tenidos en cuenta. La nueva reestructuración familiar supondrá la adaptación a nuevas costumbres y hábitos para todos.

Recuerda: “los debos y tengos” que nos autoimponemos o nos imponen, generan obligaciones en nosotros innecesarias generando como consecuencia sentimientos de fracaso y malestar si no se realizan. Cámbialos por “quiero.., me gustaría..” y experimenta el cambio que se producen ti.

Cualquier fecha y momento es bueno para ilusionarse y tener buenas expectativas de futuro, si para ti las Navidades son momentos de ilusión y alegría, Estupendo! aprovéchalos y haz que se generalicen el resto del año. Si no es tu caso, piensa que cualquier momento es bueno para remontar y compartir con tus seres queridos momentos importantes, así que ¿por qué no ahora?.

 

Syra Balanzat